Así la hemos llamado, Eri (bendición en japonés). Recogida gracias a Laura que nos insistió ya que llevaba abandonada mucho tiempo en un pueblo, con la perdida de un ojico (parece de un perdigonazo) y embarazadisima. En cuanto llegó a su casa de acogida no paró de comer …pedir caricias y relajarse totalmente. Bienvenida pequeña!!! Esperemos que el parto vaya bien, os contaremos.
