Unos chicos lo recogieron en la calle con una patita rota. Suponemos que se caería de alguna ventana o balcón, no sabemos su historia…, pese a la difusión no encontraron al dueño.
Después de varios días en su casa, sin medios para llevarlo al veterinario, y con la pata cada día más hinchada, nos pidieron ayuda y eso hicimos, ayudar a este negrito… Los veterinarios vieron que tenía rotos los cuatro metacarpianos de la pata delantera izquierda y nos aconsejaron operar para que soldaran bien y no cojeara en el futuro.
Después de algo más de dos semanas tras la operación, ya veis que todo va bien, y hasta tiene ganas de jugar! Cuando le den el alta en el veterinario dentro de unas semanas, Tom necesitará un nuevo y definitivo hogar.
Amadrinado por Miriam